ROPA DE HACER OFICIO*
Escrito el 1 de noviembre en honor de San Alejo
A través de la ventana
la veo…
Llega en su carro eléctrico,
sale de él concentrada en su IPhone y,
mientras conecta su Tesla al
poste eléctrico,
me fijo en ella…
Lleva su pelo como
un escrito con
un millón de incisos y,
mientras consulta con su GPS,
miro su pinta…
Luce muy a lo Silicon Valley;
tal cual como yo y mi ropa de
hacer oficio.
Veinte años atrás,
mi ropa de ICT-ter.
Con una sonrisa me adentro y
dispongo a desempolvar el cuarto de Alejo,
el niño que pudo haber sido ella y
no fue, y yo,
he inmortalizado junto con
sus juguetes.
Entre los trastos
lo adivino…
Llega montado en su carro eléctrico.
Se lo prendo…
Todavía tiene pilas y funciona.
Me tiro a jugar con él
sobre el polvero milenario y,
mientras nos divertimos,
la veo y me veo…
Yo, en mi clásico:
mi prototipo, y ella
en su último modelo: su tipo.
Ella con su estilo gastado a lo Santa Clara y , yo,
con la ropa gastada de
tanto hacer oficio en
el cuarto de San Alejo…
En fin, que hubiese sido de él si
hubiese sido yo,
nunca habría tenido tiempo de interpretarla.
C.S. Ariza-Olarte
*Escrito pensando en el Cambio Climático y las medidas paliativas, en lo pleno del climaterio, o sea la Cumbre de…
Utrecht, 1 de noviembre
Ojalá que las decisiones de la COP en Glasgow no salgan
ResponderBorrargastadas como el estilo y la ropa de hacer oficio:)
Después de que la raza humana se extinga como hicieron los dinosaurios y tantas otras especies terrestres, quedarán flotando en el espacio las bellas imágenes de las poesías, lo único digno de su paso por el mundo. Escribe más poesías que viajen hacia otras galaxias perdidas en el tiempo. MaríaSantina
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