
Montaje de "De toren van Babel", Pieter Bruegel de Oude (1525-1569) Museum Boijmans-Rotterdam
En menos de una semana, sin proponérselo, le tocó ser
testigo de los intringulis de su propia lengua, y ha vuelto a pensar en el
poder del Castellano frente al ‘sudado’ español del suramericano.
La primera sorpresa se la llevó al asistir inocentona
a una de las actividades que hacían, “o ¿han hecho”? parte del Festival de las Noches de Invierno en La
Haya, Writers Unlimited, en la
que participaría su columnista holandés preferido, Bas Heijne, quien, según “ha dicho” la reseña, tendría un duelo
con un escritor argentino. El tema sería el duelo, o sea: el dolor que produce
el que un ser querido muera. Y le bastó (o, ¿le ha bastado?) tan solo con
escuchar como al inicio de la charla en
lo primero que el escritor argentino hizo (o, ¿ha hecho?) hincapié fue en el
hecho de que él llegó a España siendo apenas un niño, y que desde entonces se
siente extranjero tanto en Argentina como en España por aquello de la lengua. “Párese
y váyase sin comprar su libro”, fue lo que se dijo sin necesidad de más charla.
Ella que conoce perfectamente lo que ha dado en llamar, “la discriminación subliminal
que quieren ejercer los españoles con el cuento del español europeo y el
suramericano, y/o latinoamericano, y/o hispanoamericano, sabe que al final,
dependiendo de cuál sea la situación, los muy astutos echarán mano de uno u
otro adjetivo, para eso: para dejar bien asentada la diferencia.
Todavía pensando en el por qué un escritor serio se presta
a estos juegos pelifachos, zas,
escuchó en una entrevista que le hacía la T.V española a un presidente
suramericano cómo la presentadora, tratando de parecer más inteligente que su
entrevistado, lo atrapó en un pretérito perfecto; un uso del idioma que ellos hacen
de una manera diferente a la nuestra, “o indiscriminada”, como yo he tratado de
hacerlo notar en mis intringulis anteriores. El castellano ‘autóctono’ usará,
siempre que pueda, el ‘pretérito perfecto’ para denotar pasado, mientras que el
latinoamericano lo usará como la gramática española nos ha enseñado a usarlo:
correctamente. Puesto que en las escuelas y demás lo que hasta ahora ha primado
son las gramáticas y los diccionarios aprobados por eso llamado “Real Academia
de la Lengua Española”. Por aquí todavía tenemos en el estante los de Gili
Gaya.
Hoy, casi un año después, vuelve a llevarse una
sorpresa al ver la convocatoria a una conferencia que dará un escritor
suramericano enfocada precisamente en este tema *. No se ha realizado aún, así
que no sabe si resultará otro juego pelifacho,
pero no deja de ser sorprendente que precisamente en un momento en que las
ordas de desplazados por las guerras en el Medio Oriente y África inundan a
Europa, la academia no paré de usar el tema de la lengua como arma subliminal.
En fin, de sorpresa en sorpresa, y por la manera como
el escritor argentino y el presidente suramericano se expresaron y comportaron
hace como un año, sin saber que pasará mañana en la otoñal conferencia, lo
único que se podría concluir es que seguimos atrapados en los juegos
nacionalistas. Así que amanecerá y veremos con que juego semántico o gramatical
nos siguen manteniendo embobados mientras pasa no, “El otoño del patriarca”,
pero sí las conferencias de otoño e
invierno 2015...
A continuación, para los que leen holandés, anexo un
pequeño texto que escribí hace ya algunos años a propósito de la Torre de Babel
y el uso de la lengua como arma subliminal.
*No asistiremos porque el aforo está completo –aclaro.
“De
Taal als Wapen”
Wanneer men om zich heen
kijkt is het duidelijk dat we in de Bijbelse tijd van ‘de Toren van Babel’
wonen. Daar spelen de talen een belangrijke rol en daarom is het geen grote
verrassing dat de politici en hun volgers de talen als wapen in ‘de Toren van
Babel’ gebruiken. Kijk dan naar het beeld van het kleine België dat, dankzij
het misbruik van de talen, verdeelt is.
Dus, hoe zou het anders zijn
in de rest van onze wereld wanneer de Internationale Organisaties als dictators
met subtiele tactieken nieuwe woorden en tendensen in de talen door laten
dringen?
Voor een schrijfster, zoals
ik, die moderne talen heeft gestudeerd en in de harde jaren van ‘de Toren van
Babel’ aan het wonen is, het grote
dilemma is; is het begin van de tijden de Genesis of is het einde van de tijden
de Apocalyps?
Uiteindelijk is het geen
verrassing. De taal is het wapen! Maar kennis is onze macht en net zoals een
paradox, de talen zijn precies onze grote bescherming tegen de onwetendheid.
Gelukkig wonen is anders dan
leven!
C.S. Ariza-Olarte