martes, 4 de enero de 2022

 

“… LO QUE QUEDA DEL AÑO... 

2021” *




Aparte de las botellas de champagne vacías, el reguero de tiestos y los adornos navideños ya viejos y gastados me queda mi propia colección de poemas: ‘In promptu Poético’ que, aunque nadie excepto yo ha leído, y yace como todo lo que escribo en un archivo de Windows y su nube correspondiente, me tiene matada y más orgullosa que máxima. En él han quedado grabadas algunas personas que han pasado por mi vida y he amado; también pedacitos de mi experiencia viviendo como expatriada en un lugar que me es tan ajeno como hoy en día lo es la que se supone debería ser mi madre-patria.

Ya un poco afuera del plano personal, me quedan, entre otros, dos libros de poesía (los dos forman parte de una trilogía que debo completar) que han sido escritos por Don Mee Choi; una poeta que llegó a mi vida vía Twitter (no todo es fofo ni obscuro en Twitter, lo admito) no solo para quedarse sino para iluminarme el camino.

Todo se debió a mi gana de saber más sobre Corea y su cultura. Un deseo que se despertó ya a mediados del 2020 cuando, picados por películas como Parasite, junto con mi esposo empezamos a sintonizarnos con las K-series, y en Netflix nos encontramos con la primera de una lista que ha ido creciendo:  Stranger”, se llama. Nos costó un tris empezar por aquello de la falta de familiaridad con el idioma y el tener que leer los subtítulos en Neerlandés a una velocidad del carajo; pero, nos encantó la manera de contar la historia y lo rico de los diálogos. Una vez metidos en el asunto, terminamos enamorados de los personajes y, yo, empecé a investigar sobre un escándalo que, según recordaba, había involucrado entre otras a la entonces presidenta de Corea del Sur.  Aunque todo es ficción, debo decir, por lo bien lograda nos sonó muy real. Luego de terminar los dos bloques de Stranger empezamos a ver a “Mr. Sunshine”… Nos agarró fuerte la historia y yo terminé, como casi todas, prendada del Mister. Entonces me metí de lleno a investigar sobre la verdadera historia de Corea y mi corazón volvió a romperse al identificarse con el dolor del pueblo coreano; algo me sonaba familiar y conocido… Más adelante vino “Memories of the Alhambra”; un poco más en el plano de los videojuegos y la alta tecnología enmarcado todo en un romance muy al estilo coreano, para nada español. Una de las cosas que nos ha encantado de las series coreanas, valga la aclaración, es que casi nunca hay escenas de sexo, por el contrario, el juego de la seducción es tan sutil y silencioso que produce un placer rico, con sabor a jardín de las delicias prohibidas. Y entonces llegó “Vicenzo”, otro romance esta vez con un toque de mafia entre italiana y coreana. La última gota fue “Crash Landing on You”, donde no solo se puede sentir sino aprehender el dolor de un pueblo dividido; además del horror de la “DMZ” … A propósito, cito aquí la frase con que Don Mee Choi abre su obra titulada “DMZ Colony”The Corean border is one of the most militarized borders in the word.”  

Fue justo cuando estábamos viendo esta serie que me encontré con Don Mee Choi de lleno y, de inmediato, pedí a mi proveedor on-line los dos libros disponibles en el mercado holandés: “Hardly War” y “DMZ Colony”. Con este último Don Mee, entre otros, acababa de recibir el premio “National Book Award”. En el 2021 le fue otorgada la beca del ‘MacArthur Foundation’.

Desde entonces la sigo en Twitter y la he escuchado y leído a través de las redes con mucha curiosidad y admiración… De cierta manera, entre otras cosas, me he identificado con ella y su experiencia como inmigrante coreana en USA. Por eso, aunque debería haber escrito esto en inglés para ella, he preferido hacerlo en la lengua que me ha dominado durante toda mi vida (lengua madre, la llamamos) y con la que me siento lógicamente más cómoda; pequeña pero no empequeñecida; algo así como poderosa no empoderada. Sé que dado el caso que esto llegue a sus manos ella sabrá entenderme.

En mi próxima entrega que será una pequeña disertación sobre el ‘lenguaje inclusivo’ les contaré un poco más sobre Don Mee Choi y la manera como me ha, digamos, iluminado.

*El libro de fondo que aparece en la foto es una herencia de mi cuñado (q.e.p.d.), quien como buen comunista de los 60’s en su biblioteca personal tenía propaganda norcoreana (ups!)

 

C.S. Ariza-Olarte, Utrecht 4-1-2022