sábado, 4 de marzo de 2023

 



Un Poema de Caroline Bird*

De la colección titulada: The Air Year,  Checkout,  pag. 16

Traducido por C.S. Ariza-Olarte

 

                                                          Registro de Salida”

                                                

Yo pienso… Así que esto es la muerte y… me sorprende que

aún pueda ver a través de mis ojos. Un ángel

se aproxima con una encuesta que pregunta…

Qué calificación le daría a mi vida (muy buena, buena,

regular, mala, muy mala), tiendo a pulsar

‘regular’ y, al maldecir, rememoro tu rostro como

un valioso busto de historieta cómica

brillando cual sol Azteca y… marco

‘muy buena’. Abajo, en la casilla de comentarios, escribo

‘buen trabajo’. El ángel me pregunta si he disfrutado

mi estadía y yo le respondo… ¡Oh sí, sin duda

regresaría! Él, me echa una lánguida mirada

como quien dice… Eso no será posible, pero gracias

de todas formas; chasquea su esfero y se desvanece

en el aire.

 

*Nota adjunta de cómo me encontré con Caroline Bird…

Hay cosas que me encanta hacer y las hago, sin pedir permiso. Por ello, de antemano, mis excusas para Caroline Bird, y también para todas la traductoras profesionales por inmiscuir mis narices de ratoncita de biblioteca en sus peliagudos asuntos.

A Caroline me la encontré de ‘pura chiripa’, o sea: Serendipity, uno de esos días en que me aventuré por las librerías de Ámsterdam y, en un pequeño huequito dedicado a la Poesía, zas, vi su librito justo al lado de los de una de mis favoritas: Louise Glück. De entrada me sorprendió que estuviese allí, pues se supone que esa era la librería de los libros en Inglés sí, pero, de escritores americanos, no ingleses, o sea… Lección que he ido aprendido con el tiempo, y que no ha dejado de sorprenderme por lo descabellado del caso, y, además lo falto de sentido que puede ser el intrincado mundo editorial y/o ¿mercado global de libros?

En todo caso, sin saber quién era lo puse en mi cesta con algunos otros libros escogidos de Glück y, saben qué, no me equivoqué, Caroline Bird me ha encantado con su manera, vamos a decir, traviesa, de transportarnos a su universo poético. Además, aunque al leerla extraño mucho mi antología de Kaváfis (perdida en un tsunami llamado, ‘Divorcio’), también me fascina por lo mismo: me hace pensar mucho en él, y lo misterioso de su mundo erótico, con ese delicado olor a sexo prohibido -en aquellos tiempos-, ahora mucho más abierto y libre -creo-.

Utrecht, marzo 3 del 2023    

 

 

 

 



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